El burro de Merlin

27 agosto 2006

Los clásicos de Kei: "Alphaville"


"Solaris" (Tarkovsky, 1972) y "2001" (Kubrick, 1968) establecieron junto a "Alphaville" (Godard, 1966) el periodo de máxima calidad en lo que a cine de ciencia ficción se refiere. Lejos quedaban ya los 50 donde los marcianos, ovnis y demas fauna intergaláctica buscaba conquistar la tierra representando los miedos propios de la guerra fría. En el horizonte todavía no se vislumbraba ese monstruo de marketing para toda la família que fue y sigue siendo la saga de "Star Wars"
Los últimos 60 iniciaron un interés por el cine fantástico con cierto contenido crítico social. Nos encontramos con unas películas más adultas que en manos de los directores que las engendraron son hoy en día auténticas obras de culto.
El agente secreto Lemmy llega a la ciudad de Alphaville con el fin de encontrar al profesor Von Braun, creador del ordenador Alpha 60, una máquina que controla las mentes de todos los habitantes de la ciudad.



La película presenta una sociedad totalitaria futurista, gobernada por un ordenador que controla a los ciudadanos. El ordenador automatiza al individuo, privandole de sus emociones internas. El amor y la poesía no tienen cabida en Alphaville. La palabra "Por qué" no existe y la Biblia es un diccionario del que cada día desaparecen mas palabras. Toda una metáfora de la sociedad tecnócrata actual donde cada vez hay menos comunicación entre los individuos.
El agente Lemmy (Eddie Constantine) es un homenaje a Bogart y a todo el género negro. Su vestuario parece robado del Humphrey de Casablanca (gabardina, sombrero). El cine negro está presente en gran parte de la película. Es un referente estético que Godard homenajea. No obstante, al ser cine negro en una película de ciencia ficción el resultado es mas atractivo aún ya que de escenas en claroscuro pasamos a otras de habitaciones blancas, bien iluminadas con pasillos largos y edificios grandes en lugar de callejones de mala muerte.



Jean-Luc Godard, puntal de la "nouvelle vague" fue un amante del comic como medio. Esto explica en gran parte el tratamiento visual de "Alphaville". Abundan los primeros planos de los protagonistas, mirando a cámara, como si de viñetas se tratara. Las transiciones de secuencias presentan planos detalles de carteles de neón, botones, luces, señales...El desarrollo tecnológico está por todas partes. Los agentes que precedieron a Lemmy se llaman Dick Tracy y Flash Gordon. Homenajes, homenajes...
En resumen, una película de ciencia ficción sin efectos especiales, hecha con mucha imaginación. Al principio puede costar entrar en la trama ya que el ambiente enrarecido y extraño que presenta la sociedad de Alphaville puede confundir. El pulso narrativo de Godard es frenético. Hay soluciones visuales que chocan. El mensaje supongo que fue revolucionario en su época y es completamente válido en la actualidad. Buen cine de autor.